martes, 9 de agosto de 2016

Toy Story 3 o de como hacer que una madre en crisis llore

Toy Story es sin duda, mi película Disney favorita.

Es una película que ha crecido conmigo, a pesar de que su estreno me cogió ya mayorcita con 14 esplendorosos años.

Recuerdo que fui a verla al cine con mis amigos y me encantó, el universo Pixar era toda una novedad para mi generación.

Años después, se convirtió en la peli favorita por excelencia de mi hijo y sus personajes pasaron a ser compañeros inseparables de toooda la patrulla Ben10.

Poco a poco, Toy story ha ido cayendo en el olvido, mi hijo se va haciendo mayor y a mi hija las pelis...no terminan de interesarle, es demasiado inquieta para prestar atención el tiempo suficiente para sacarle el gusto a una película, por muy de dibujos que sea.

Hace noches, haciendo zaping buscando algo que ella y yo pudiéramos ver juntas, aterrizamos frente a Toy story 3 y aguantamos toda la película...

Bueno, en realidad ella se durmió en algún momento y fui yo quien aguanté toda la película...aguante como si de una peli de intriga se tratase.

Pero lo que mas tuve que aguantar fueron las lagrimas, por que si amig@s, soy una madre en crisis.

Una madre que ha cumplido años hace poco  y  arrastra su propia crisis ( quien soy, a donde voy, de donde vengo, etc, etc...) una madre que ve como sus hijos crecen a pasos de gigante.

Mi niña pequeña va a cumplir 7 años en breve, va a entrar en 2 de primaria y hace nada era una bolita de coco de enormes ojos que andaba tambaleante a mi alrededor.

Y mi niño...mi niño que hace nada llevaba un baby de cuadritos azules con un enorme bolsillo, va a estrenar su último año de cole y después pasará al instituto.

Lejos queda esta etapa que en breve comenzaremos, de la marcha de Andy a la universidad, pero esa última imagen de Andy recogiendo sus cosas y su madre contemplando el cuarto infantil vacío....lo siento, no es apta para una madre en crisis como yo.

Por mucho que sea una película de dibujos, por mucho que mi hijo aún sea un crío y la universidad nos quede leeejoooss...yo me sentí madre de Andy por unos minutos y me invadió la congoja, por que estos últimos 11 años se me han pasado en un parpadeo y no dudo de que los próximos 11 se me pasaran igual....

Andy, vuelve a casa a menudo anda, no le des ese disgusto a tu madre, ni a las madres de millones de futuros Andys.

Mientras tanto y a la espera de que atravesar la crisis me lleve poco tiempo, intentaré aplicar este consejo de abuela cebolleta que tantas veces he oído y leído, que tantas veces me he jurado que comenzaría a aplicar al instante siguiente y que después con el estrés diario no logro alcanzar:

"Disfrutar de cada momento como si fuera único e irrepetible, por que en realidad, lo es"

2 comentarios:

  1. Precioso post y cuanta razón tienes, el tiempo pasa rapidísimo con los niños. Yo tengo 3 y me asombra verlos ten mayores! Las películas de Toy Story son esoeciales y preciosas y la tercera es la más entrañable para los adultos. Ls niños no aprecian esa parte de la trama. Un beso😘👍

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    1. Supongo que las madres nunca dejamos de asombrarnos de lo rápido que crecen nuestros niños, por eso es tan importante intentar disfrutar su infancia.Lo malo es lo difícil que puede resultar a veces, verdad?

      Un beso!

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