jueves, 11 de agosto de 2016

Mamá dame un respiro, mamá date un respiro...

-Mamá, dame un respiro y no me pidas que haga 5 cosas a la vez.

Te prometo que te he oído, pero mi mente inquieta, curiosa y en constante crecimiento, esta inmersa en mil cosas interesantes a la vez.


-Mamá, dame un respiro y no me presiones mas con los deberes y estudios.

Te prometo que soy capaz y suficiente, pero sobretodo valid@ y aunque estudiar y hacer deberes no es de las cosas que mas me gusten, cuando sea mayor, saldré adelante.

-Mamá, dame un respiro por favor, deja de insistir con la comida.

Te prometo que estoy bien alimentad@ y crezco fuerte, san@ y saludable.
Cuando sea mas grande, seguro que sabré cuidarme.

-Y mamá por favor: date un respiro.

Te prometo que lo estas haciendo bien.

Que aunque me repitas cien veces las cosas y parezca que no hago caso, en realidad estoy aprendiendo de ti a cada momento, por eso a veces te sorprendo haciendo cosas que no me pides hace días y me salen de manera natural.

-Date un respiro mamá,

Se que tienes miedo del futuro, que me apremias con los deberes y insistes en que estudie por que quieres lo mejor para mi.

Que a veces la incertidumbre de tu propio presente te llena de temor sobre mi futuro y es ese temor, el que hace que me hostigues.

¿Pero sabes una cosa mamá?

Me estas enseñando a pensar, a buscar soluciones, a probar todo aquello que me interese para saber, qué es en realidad, lo que mas me motiva.

Baile, karate, idiomas, ¿dibujo?.

No importa el qué, tu buscas siempre buscas las mejores opciones, cuadras horarios, me equipas y acompañas, vas a todas las exhibiciones y me alientas a seguir. 

-Mamá, date un respiro, no te agobies mas con mi alimentación. 

Lo estas haciendo bien, me proporcionas todos los alimentos que necesito, me empujas a probar cosas nuevas, me cuentas sus propiedades y por que comer eso es bueno para mi.

Ahora estoy tranquil@ y confiad@, por que se que no permitirías que nada me ocurriese, por eso intento escabullirme de las espinacas y lentejas.

 ¿Pero sabes qué mamá?, cuando sea mayor recordaré que siempre me enseñaste que debo cuidar de mi por encima de todo, por que nadie lo hará mejor y sabré que es lo que he de comer para seguir san@.

-Así que mamá, dame y date un respiro.

Somos un buen equipo, lo estas haciendo bien, lo estoy haciendo bien.

Mamá, deja los miedos un ratito de lado de vez en cuando y siéntate conmigo a disfrutar, así cogeremos l@s dos aliento, para volver a empezar.


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