Ayer, sin intención alguna y sin darme cuenta, me convertí en el Grinch y le amargué la Navidad a mi hija.
Menos mal que solo fue durante unos instantes, pero el mal sabor de boca ya no se me quita.
Si todos los años a mi hija le cautiva el catalogo completo de juguetes, este año no ha sido menos.
Peeero, a diferencia de años anteriores en los que suele inclinarse mas por un juguete concreto, este año....no.
Este año, le entusiasman 4 de cada 5 juguetes ....por página....y su lista es in-ter-mi-na-ble.
Aquí está paje creadora de magia que escribe, tiene un presupuesto para cumplir ilusiones navideñas como cualquier hijo de vecino y este año, no se como organizarlo para sacar el mayor rendimiento en cuestión de ilusión.
Por eso, ayer por la tarde, nos sentamos a escribir la carta de Papá Noel, con intención de pedir una pequeña lista de cosas:
Las que más, más, más le gustasen.
Las que más , más, más ilusión le hicieran.
Con las que creyera que más, más, más, iba a jugar...
Y a cada cosa que ella sugería, había una replica:
-Pero si ya tienes un montón como ese
-Pero si ya tuviste uno igual y no le hiciste ningún caso
-Pero si no te cabe en la habitación
-Pero si eso se desmonta con un soplido
-Pero, pero, pero...
De repente la mire, vi que tenia los ojitos llorosos y en cuanto la pregunté que qué le pasaba, rompió a llorar.
Mi pobre niña, ella que es todo alegría e ilusión, que mira los catálogos de juguetes como si fueran el "Hola" en la peluquería, que no importa lo que reciba, siempre juega con ello, por que ella es capaz de hacer de una botella de agua de 2 litros, un bebé...
Pero bueno,una que es humana y tiene malos días, a veces se equivoca en sus formas.
Hoy me he levantado mas sosegada, el Grinch ha quedado aniquilado y retomamos la Navidad, Papá Noel, Los Reyes Magos y demás festivos con alegría.
Hoy volveremos a escribir la carta para Papá Noel, tan numerosa como ella quiera, por que sabe que no lo va a recibir todo, y justamente eso, es lo que la hace ilusión: la expectativa, las infinitas posibilidades, el saber que todo es posible.
Y esta madre mitad paje-mitad economista, mitad creadora de ilusión-mitad aniquiladora de ideas chulas, mitad Maga- mitad Grinch, hará todo lo posible por que un año mas, las Navidades sean mágicas, divertidas, chulas y que merezcan la pena recordar.
Este año además tengo un pequeño hándicap añadido con el Mayor, que ya os contaré el próximo día.
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